Sinopsis

En medio del incipiente confinamiento en un barrio de monoblocks perdido en Formosa, Eric le pregunta a su amiga en forma de juego: ¿qué vas a hacer después cuando termine esto? Audios virales acrecientan las paranoias entre lxs vecinxs, algo está pasando pero no se sabe bien qué. A lo lejos, una vecina escucha que la policía no permite trabajar a la gente, en la televisión se suceden partes que superan cualquier tipo de imaginación. Se escucha sin hacer nada, es que nadie sabe qué hacer, algo en todo ese universo doméstico está levemente corrido. Los cuerpos reducidos a sus mínimos movimientos, el tiempo una espesura intranquilamente calma, ¿pero acá en Formosa no fue siempre así? ¿Y si algo se gestó en ese tiempo tan cercano que ya no queremos pensar? Una vecina comenta a otra que a su hermano y a otros chicos se los llevó la policía, luego prende un pucho y mira hacia la calle: no sabe qué hacer.

Sobre su producción

El cine formoseño, especialmente proyectos que nacen desde la independencia y el esfuerzo colectivo como es el caso de A la vuelta de la torre 37, requieren de lugares donde puedan ser mostrados y debatidos, tanto en el país como a nivel internacional. Espacios de resistencia en donde se cuestionen las narrativas convencionales y se abran caminos para nuevas formas de expresión.

Si bien actualmente el cine a nivel nacional continúa tomando una postura muy centralista en cuanto a oportunidades para las provincias de la periferia, pienso que espacios como CONTRACAMPO aparecen como una forma de resistencia ante un discurso dominante que cuestiona la relevancia del cine argentino, buscando su desfinanciamiento y hasta su eliminación. Participar de este festival es tomar una posición frente a los recortes extremos impulsados por el actual gobierno, que ha profundizado una crisis económica que afecta a gran parte de la población.

Nuestro proyecto nació en un contexto difícil: la pandemia, un momento en donde los audios virales de la cuarentena se convirtieron en disparadores para explorar cosas en común por la que hemos pasado como la soledad, la incertidumbre y la desconexión social que marcaron esos meses.

Desde su inicio, este cortometraje fue un desafío personal y colectivo. Originalmente lo había escrito como propuesta para mi tesis en la ENERC, el proyecto no fue seleccionado para filmarse, por lo que con egresados de la carrera decidimos seguir adelante y llevarlo a cabo por nuestros propios medios.

Durante su desarrollo, el cortometraje fue seleccionado en la primera edición de ABC BAFICI, un espacio donde el proyecto cobró nueva vida y el guión se enriqueció con nuevas ideas y enfoques, gracias a la mentoría de otros trabajadores del cine latinoamericano.

El proyecto pudo ser financiado gracias a la ayuda del Fondo Nacional de las Artes, lo que nos permitió continuar desarrollando la producción. Además, con la colaboración de la ENERC NEA, pudimos utilizar los equipos de la escuela, que sirvieron como una ayuda más para concretar el proyecto.

Sobre A la vuelta de la torre 37

Son los primeros meses de la cuarentena y Eric, su hermana y sus vecinas tratan de adaptar su rutina al encierro. La sensación de que el afuera está cada vez más lejos pega cada vez más duro, entra por los poros. A la vuelta de la torre 37 logra con sutileza escenificar el estado de incertidumbre que todo el planeta enfrentó en ese momento distópico sin subrayarlo, encuadrando cada plano con precisión: el interior de los departamentos en cuadro y el afuera acechando por las ventanas, los balcones, las noticias del televisor, o la información que circula por audios de whatsapp. A medida que la película avanza uno tiene la sensación de que está filmada desde un punto de vista especular al de los cuarentenados. Ellos desde adentro miran hacia afuera, intentando vislumbrar algún indicio de lo que va a pasar, mientras que nosotros los vemos tratando de llenar el vacío que produce la quietud.

A través de una serie de viñetas que capturan breves fragmentos de la vida cotidiana, la película suelta pistas de cuál es el parentesco entre los personajes, si viven juntos o separados, quienes se llevan bien y quienes mal. La capacidad de condensación de cada fragmento es notable, como si la economía narrativa de la película se espejara en la economía de los habitantes de los monoblocs: con muy poco se hace mucho. La primera vez que vemos a la hermana de Eric está sentada en la mesa de la cocina, arreglando unos guantes de boxeo que no puede usar. Con esa mínima acción, obtenemos su retrato, y la manera en la que el encierro impacta en su vida.

Sin embargo, no todo lo que afecta a la comunidad es producto de la pandemia. Algunos problemas vienen de antes. Una noche, las vecinas escuchan por la ventana cómo la policía clausura la verdulería del barrio. Más tarde, Eric y otros pibes serán arrestados quién sabe por qué. El estado no solo abandonando sino atacando a los sectores periféricos de las ciudades es un mal estructural en la vida de nuestro pueblo. Para los personajes del cortometraje de Luis Molina, estos males no tienen una causa nítida: son una especie de ominosidad incomprensible y por lo tanto inmanejable.

A la vuelta de la torre 37 termina pareciéndose a Asalto al precinto 13 o a El amanecer de los muertos: una comunidad intentando sobrevivir a los embates del exterior encerrados, ya sea en una comisaría, un shopping o un monobloc, pero siempre teniendo que lidiar con la dificultad de reconocer del todo cuál es el verdadero mal que los acecha.

RAMIRO SONZINI

Ficha técnica

Dir Luis Molina
P Juan Pablo Baldessari Ibarra
DF Ariel Aguiar Capará
M Luis Molina
DS  Juan Pablo Baldessari Ibarra 

BIO

Luis Molina es realizador, egresado de la ENERC sede NEA. Durante 2019 asistió al Dov Simmens Two Day Film School en Asunción, Paraguay. Fue coprotagonista en el largometraje Las Mil y Una, largometraje de la directora correntina Clarisa Navas. En 2020 fue seleccionado por el Talents Buenos Aires, junto a más de 100 realizadores de toda Latinoamérica. En octubre del 2020 organizó el Laboratorio Del Monte, una clínica de desarrollo de documentales seleccionada por el Fondo Nacional de las Artes. En agosto del 2021, fue seleccionado por el ABC BAFICI con su proyecto cortometraje “A La Vuelta de la Torre 37”. En Abril de 2022 formó parte del Jurado Joven en la 9na edición del Festival Internacional Construir Cine.

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