Sinopsis
María es una actriz que viaja a Puerto Williams para protagonizar una película. Una fuerte tormenta no permite que el equipo llegue a tiempo, por lo que deberá permanecer sola. Busca ayuda para unos fuertes dolores de espalda, lo que la llevará a descubrir los lugareños de la ciudad más austral del mundo y una historia pendiente en su vida. Esta es una historia de espera y un encuentro accidental entre María, la naturaleza más austral del continente y sus habitantes.
Sobre su producción
El cine entendido como una expresión colectiva, guiado por una mirada. Así, José Luis Torres Leiva nos invitó a que seamos parte de este “viaje multi-superficie”, en el que María Alché, actriz argentina, viaja al fin del mundo a hacer una película. Cuando las nubes esconden la sombra es una película hecha por un equipo pequeño de personas cercanas, una colaboración entre Chile y Argentina, filmada en Chile, finalizada en Argentina. Es también la segunda película que coproducen sus productoras, siendo esta vez Argentina el país invitado. La película ganó el fondo coreano de Jeonju Cinema Project, algunos fondos internacionales y contó con el apoyo de los Institutos de Cine de Chile y Argentina. Hoy elegimos que sea parte de CONTRACAMPO porque defendemos el cine de autor y queremos hacer películas que nos inviten a sentir y pensar, porque sigamos colaborando desde nuestro país en películas que nos conmuevan, con diversidad de miradas, que sean un puente con el mundo. Porque, como dice su director, esta es “una película que se hace cada vez más grande si la dejas”.
Sobre CUANDO LAS NUBES ESCONDEN LA SOMBRA
No hay colectivos, no hay taxis, no hay ubers. Tras un vuelo desde Buenos Aires y un barco movedizo, María llega y parece que en Puerto Williams no hay nada. No está ni el equipo de filmación con el que se supone que debería trabajar. Cuando las nubes esconden la sombra es una de esas películas del género “personaje llega sólo a un pueblo desconocido y pasan cosas”. Pero en este caso, con una salvedad: al personaje de María las cosas ya le sucedieron. Hay pena del pasado que, con cada encuentro con los personajes de esa población, va saliendo poco a poco del fuera de campo.
La espera deriva en paseo, el paseo en ocio, y el ocio en imaginación. María se inventa el hobby de registrar sus caminatas con una grabadora de sonido, un artefacto que registra los ambientes de los paisajes de montañas, lagos y campos llenos de caballos y potrillos. Pero que también la escucha a ella, casi tanto como los pobladores de Puerto Williams. Todos los personajes que se encuentra María parecen vivir con la experiencia del viaje encima. Y no es para menos, Puerto Williams y toda la Isla Navarino son un paraje de navegantes. El agua separa los territorios: en la ribera del Canal de Beagle conviven la armada chilena y la población civil; mientras que detrás del Río Ukika se reparte lo que queda de la comunidad Yagán. La historia de este remoto lugar de exploradores, científicos y conquistadores, parece permear en la sensibilidad de sus pobladores. Unos kilómetros más al sur de Ushuaia, Torres Leiva retrata otro fin del mundo, con su gente del mar, mujeres y hombres marcados por la soledad, pero siempre abiertos a la curiosidad y entregados a la conversación.
Cualquier situación en esta película significa una oportunidad para hablar a corazón abierto, ya sea una espera en la guardia de un hospital o un viaje en auto con una desconocida. Las escenas se resuelven en uno o dos planos. Y no hace falta más para dejar traslucir lo que cada encuentro azaroso significa para María. Torres Leiva es un cineasta que cree en el espesor de los sentimientos de sus personajes: una voz quebrada por el llanto contenido no representa la consecuencia de una acción dramática; acá la lógica es otra. En Cuando las nubes esconden la sombra los arrebatos de emoción son como notas nuevas que emergen de una pieza musical, pero que parecen haber estado siempre ahí, esperando aparecer entre el resto de los arreglos. Esta no es una película llevada adelante por acciones, sino por distintas emociones. Mayormente, desahogos llenos de verdad.
TOMÁS GUARNACCIA
Ficha técnica
CP Globo Rojo Films (Chile) y Rita Cine (Argentina)
Dir José Luis Torres Leiva
P Catalina Vergara, Laura Mara Tablón
G José Luis Torres Leiva, Alejandra Moffat
E María Alché
DF Cristian Soto
M Andrea Chignoli, José Luis Torres Leiva
DS Nahuel Palenque
AD Tiziana Panizza
BIO
José Luis Torres Leiva nació en Santiago de Chile en 1975. Ha realizado un número importante de cortometrajes y videos independientes, entre los que se destacan Ningún lugar en ninguna parte (2004), Obreras saliendo de la fábrica (2005), El tiempo que se queda (2007), Tres semanas después (2010) y otros, con los que ha participado en varios festivales internacionales. El cielo, la tierra y la lluvia (2008), su primer largo de ficción, fue estrenado en Rotterdam 2008, donde fue distinguido con el premio FIPRESCI. Su segundo largometraje, Verano (2011) se estrenó en el Festival de Cine de Venecia en la sección “Orizzonti”. El 2013 estrenó dos documentales Qué historia es ésta y cuál es su final sobre el cine de Ignacio Agüero y Ver y escuchar. En 2016 estrena El viento sabe que vuelvo a casa. En 2019 estrena Vendrá la muerte y tendrá sus ojos y actualmente presenta su décima película Cuando las nubes esconden la sombra.